Durante toda mi adolescencia he leído creepypastas. Me gustan bastante y justo me saqué una A
por ellos…
Pero… déjenme decirles que ser parte uno… no es bonito.
Mi casa fue comprada hace mucho, así que ha pasado por manos de muchos ciudadanos y/o extranjeros.
Lo raro, es que siempre se mudaban de aquí.
Esto pasó hace unos meses, le estábamos haciendo unas mejoras a mi casa. Por ese mismo hecho,
estaba toda sucia y había yeso en todas partes.
Estaba casi lista, solo faltaba limpiar, pintar y acomodar los muebles.
Bueno, al día siguiente, estaba pintando las paredes cuando nos dimos cuenta de que la pintura no
era suficiente. Mi padre y mi madre salieron como alma que lleva al diablo a comprarla, mientras que
yo me quedé solo pintando las paredes… ah, y riéndome de como corrían.
Pasó una hora, había terminado con mi parte y la pintura se había acabado, así que no podía
continuar por mí mismo. Decidí ir a bañarme y luego recostarme.
Pasé por el baño de mi cuarto y pisé algo, estaba descalzo así que chillé un poco de dolor. Era un
pedazo de yeso que sobró. Lo miré, lo tomé y lo maldije con fuerza. A punto de tirarlo, miré la puerta de
nuevo y pensé en escribir algo en ella.
Como algunos sabrán, el yeso es el material que usan para las tizas. Y bueno, solo se me ocurrió escribir
“Hola!” y era lo único que me alcanzó, la tiza era pequeña. Me quedé viéndolo por un rato y luego me fui
a bañar, dándole poca importancia.
Al día siguiente, en la mañana, pasé nuevamente por el baño a lavarme los dientes y a bañarme.
Luego de que iba saliendo del baño, ví algo extraño en la puerta.
“Hello.”
Estaba escrito del mismo material que había escrito el otro mensaje. Además, lo que yo había escrito
había desaparecido. Pensé que era una broma de mi hermano para asustarme. Me reí un largo rato y
me fui a prepararme para la escuela.
Regresé luego de unas horas, y miré la puerta del baño.
“¿Acaso vas a dejarme hablando sola?”
Me sentí un poco nervioso, mi hermano no estaba en casa y yo no tengo hermanas.
Busqué rápidamente agua y borré ese mensaje de la puerta. Se lo conté a mi madre, y ella
en serio me creyó. Yo anteriormente había visto cosas en la casa.
Me dijo que si quería podía dormir en el cuarto de mi hermano. No me negué a hacerlo, sobretodo
porque su cuarto es mucho más bonito que el mío.
Jugar con su guitarra me tranquilizó un poco. Y luego de unas horas me eché a dormir en ese
cómodo cuarto. El cual quedaba al lado del mío.
A altas horas en la madrugada, escuchaba como el raspado de un carboncillo en una pared…
A la mañana siguiente, me sentí mucho mejor. Era sábado y podía descansar tranquilo. Fui a mi
cuarto a buscar mi cepillo, esperando no encontrar nada…
Mierda, me equivoqué.
“Oye, eres un caballero, ¿no? ¿Qué clase de caballero deja a una dama hablando sola?”
¿Quién diablos estaba haciendo esto?
Iba a escribirle, busqué un poco de yeso y le respondí.
“Lo siento, pero no es natural que le hables a una puerta.”
Me senté en mi cama, esperando que algo pasara. En serio no esperaba que sucediese algo.
Empezó a escribirse lentamente en la puerta…
“¿Es natural que una puerta se escriba sola?”
Joder, esto si me daba miedo.
Se borró y luego anotó otra cosa.
“Bueno, no es que se escriba sola. Solo que quién la escribe… no puedes verla.”
“¿Eres un fantasma? Pruébalo.”
“¿En serio quieres que lo haga?”
“Hazlo, no te temo.”
“Te aseguro que te arrepentirás. Pero bueno…”
La puerta se borró sola después de eso, me senté a esperar que hiciera algo. Luego de unos
minutos, me desesperé e iba a salir de la habitación, hasta que nuevamente la puerta se escribió.
“¿Recuerdas que tienes una tía, un primo y dos sobrinos en el hospital?”
Joder… ya empezaba a arrepentirme… temblando como maraquero, respondí.
“Sí.”
Pasaron unos segundos, y juraría que oí una risa que venía de detrás de la puerta.
“Bueno…”
Lo siguiente, me destruyó por dentro.
“AHORA TENÍAS.”
Me acerqué a la puerta y la abrí. No había nadie y la risa cesó.
Salí del cuarto rápidamente, fui hacia la sala buscando a mi madre. Estaba llrando en el sofá.
-Mamá… ¿están muertos? ¿ELLOS ESTÁN MUERTOS?
-Sí, hijo… - Me dijo con todo el pesar. - ¿Q-q-quién te ha dicho?
-Mamá… es mi culpa. – Me senté a su lado y la abracé, estaba a punto de llorar. – La reté, le
dije que no le temía… y ella… ella hizo esto…
Luego de eso, todo fue silencio.
Pasaron unas semanas e intenté hablar con la puerta muchas veces. Sé que ella me ignoraba por
que cuando estaban las luces apagadas, las luces del baño se encendían y podía ver a alguien
caminando por la rendija de abajo.
Pasó otro mes, era mi cumpleaños y ya había dejado de preocuparme por la puerta. Ya no ví
a esa persona por ese tiempo y me sentía completamente tranquilo.
Recibí regalos, fui a muchas partes, un gran día. Bueno… tuve un problema con una tía que le
gustaba, pero eso no es importante.
Pasé a mi cuarto, me iba a dormir ya que era tarde.
¿Qué creen? Nuevamente apareció en mi puerta.
“Feliz cumpleaños, Kevin.”
¿Kevin? Mi nombre no es kevin, debe ser…
“Lo siento, no soy kevin.”
“Lo sé…”
La puerta se abrió y ví una silueta femenina. Sonreía.
“…está detrás de ti.”
Me di vuelta rápidamente, y lo que ví… mira que no puedo contártelo, tiemblo tanto mientras escribo esto…
Ah, ya llegaron. Bien, me voy al manicomio… es decir, Instituto de Rehabilitación Mental.
¿Estoy loco? No lo creo, ahora mismo veo a Kevin y a “ella” despidiéndose de mí desde de
la ventana. Espero que mis padres se muden, sino se arrepentirán.
“Por eso cada vez que veo fenómenos y no puedo explicarlos, lo pienso dos veces.”
¿Te atreverías a hablar con Kevin?
Pronto sabrás como...
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1 comentarios
una 2da parte estaria buuena (Y)
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